domingo, 27 de mayo de 2012

Busqueda y adiccion - 5ta. parte -


La relación entre búsqueda y adicción nos señala otra característica que nos parece sintomática para la aparición de la adicción. Es el antiguo truco que conoce todo cómplice al servicio de la seducción – los cuentos nos brindan impactantes ejemplos de ello-, que de ningún  modo se nos presentan como prototipos de lo diabólico, sino que tratan de agradarnos detrás de la máscara del bien. Tal táctica de enmascaramiento, que podemos reencontrar fácilmente en diversas formas de auto-justificación, pone aún más en evidencia la necesidad de enfrentar los fenómenos de la vida con conocimiento de causa, asegurándonos así paso a paso nuestro camino individual de búsqueda.

A causa de su enmascaramiento bajo el manto de la búsqueda, y porque promete cumplir el anhelo, no es infrecuente que confundamos la adicción con sus formas previas. Pero asimismo también existen señales importantes por las que la actitud de búsqueda puede ser diferenciada del hábito contrario. Complementando las ya expuestas, para finalizar mencionemos aquí algunas más:



-          La búsqueda se renueva cada día, y aún a cada momento. Su repetición se llama renovación

-          La adicción es el principio de lo eternamente igual en repetición estereotipada. Sólo las sustancias que producen adicción y la barrera de tolerancia con respecto a su efecto, obedecen a cambios. Precisamente porque la búsqueda en todo momento debe ser nueva, lúcida y realizada en libertad, y porque en general resulta tan incómoda, amenaza fácilmente con degenerar en costumbre, rutina y finalmente en adicción

-          La búsqueda se desarrolla a partir del anhelo por lo espiritual

-          La adicción seduce esta nostalgia y la fija a la materia. Finge liberación y espiritualidad mientras actúen sus componentes

-          La búsqueda es una determinación del futuro, que apunta al hombre que será

-          La adicción es un dominio desde el pasado en que se había instalada fisico-psíquicamente. No apunta a lo que el hombre llegara a ser, sino a la destrucción de lo que es

-          La búsqueda requiere cautela

-          La adicción restringe el ángulo visual a la materia que exige

Se encuentra, para buscar, porque la búsqueda trasciende todo hallazgo y por lo tanto también el umbral de la muerte como experiencia continuada de referencia espiritual, que es infinita. Por el contrario, la adicción obliga al hombre a atarse a los sustitutos del hallazgo, que están al alcance terrenal. “Quien no pueda buscar cual un pretendiente, quedara cautivado por el falso hechizo de los siete velos”. También quien busca va por mal camino. Pero no lo sigue si tras los velos engañosos recuerda su refulgente motivo principal. El hecho de percatarse del error actúa como desilusión en un doble sentido:

La realidad causa dolor, pero realza el motivo principal: “Me estoy buscando en el espíritu. Estoy en camino hacia el espíritu, o sea hacia mi” (Rudolf Steiner)

Peer de Smit, extraído de la revista “Actualidades Weleda”