Hoy en día, tenemos
graves problemas de salud general del planeta debido a que lo hemos tratado
como si fuera un pedazo de roca muerta que va dando vueltas por el espacio.
Qué síntomas podemos
observar como enfermedad? Cambios climáticos, crecimiento del agujero de ozono,
calentamiento del planeta, escasez de agua dulce, etc, etc....
Si observamos un poco
nuestro planeta, nos daremos cuenta de que tiene un sistema circulatorio, tanto
en los ciclos del agua como en los movimientos que realiza el magma por debajo
de las placas tectónicas. También podemos ver procesos de contracción y
expansión en su atmósfera y en capas gaseosas más alejadas, así como ritmos
diarios y anuales que podrían muy bien compararse con procesos de respiración. Tiene
temperatura propia y recibe energía del cosmos circundante, la transforma y
aprovecha de distintas maneras. Otra forma de mirar el planeta Tierra es en su
conformación física: veremos que tiene un hemisferio norte repleto de masas
continentales, en cuanto que el hemisferio sur solo presenta pequeñas puntas de
estos continentes y el resto es todo océano e islas.
Sería muy largo seguir
describiendo todas las formas que nos muestran que no se trata de un trozo de
mineral muerto. A partir de éstas y otras observaciones podemos aceptar que
nuestro planeta es realmente un ser vivo. Si podemos ver esto, más aún podremos
ver que nosotros y todos los seres vivos que pueblan esta tierra, dependemos,
para nuestra existencia física, de la vitalidad de esta tierra. Los pueblos
antiguos lo sabían muy bien y por eso la llamaban "Pachamama" (Madre
Tierra).
A lo largo de la
historia de la humanidad, los seres humanos hemos logrado aumentar cada vez más
nuestro poder y nuestra capacidad para interferir, transformar, tanto en favor
como en contra de la salud del organismo Tierra.
La humanidad tiene
grandes metas a cumplir, pero si no comenzamos a cuidar la Tierra que nos da el
sustento, no podremos tener la salud necesaria, para llevarlas a cabo. Todo
está en nuestras manos, de la misma manera como nosotros dependemos de la vida
y de la salud de la Tierra ,
esta vida y salud solo pueden ser dadas a la Tierra por nuestro modo de trabajarla, y de
actuar en ella, no hay retorno al pasado. La vía no puede ser volver a sistemas
ecológicos no tocados por el hombre, no alcanza con unas cuantas reservas
naturales repartidas por el globo mientras usamos herbicidas en millones de
hectáreas y hacemos pruebas nucleares que son un ataque directo a las fuerzas
de vida del planeta.
El camino es trabajar
con la naturaleza y no en contra de ella. Para esto es necesario comprenderla,
conocerla, observarla; no como a un ser muerto sino como a un ser vivo.
Algunas de las técnicas
que ayudan a lograr este fin son: la elaboración de compost, utilización de
estiércoles fermentados, purines, macerados de plantas, abonos verdes,
rotaciones y asociaciones de cultivos, cercos vivos, espacios para la vida de
la flora y fauna nativas integrados en las áreas de producción, cobertura del
suelo, sistemas mixtos agrícola-ganaderos. Utilización de preparados
homeopáticos que logran aumentar la actividad biológica del suelo, mejorar la
calidad nutritiva de los alimentos producidos, aumentar la resistencia de las
plantas y animales a las plagas y enfermedades, intensificar la captación de
influencias cósmicas por parte de las plantas, intensificar la formación de
humus en el suelo.
Este tipo de
agricultura requiere muy pocos insumos comprados afuera, ya que procura
producir dentro del organismo agrícola la mayoría de los abonos necesarios,
forrajes para los animales, y plantas y animales para la producción.
Es también importante
para la ABD, vista así como un organismo equilibrado, el insertarse en un
organismo social más amplio, para ello abre sus tranqueras a distintas
iniciativas sociales, terapéuticas o educativas.
El trabajo con la
tierra tiene un efecto sanador sobre el hombre.
Resumiendo un poco: Los
alimentos producidos de esta manera otorgan fuerzas y salud a quien los
consuma. El trabajo de la tierra, si es hecho en el sentido de sanar la Tierra y devolverle fuerzas
de vida, también sana a quienes lo realizan y a quienes entran en contacto con
dicho trabajo. El equilibrio que se
intenta conseguir en el sentido biológico-ecológico también se procura en el
sentido social, tanto de las relaciones sociales entre quienes trabajan la
tierra, como con la sociedad.
Trabajar con este tipo
de agricultura no es nada fácil y estamos al comienzo del camino, pero creo que
con este trabajo se puede aportar soluciones para un futuro mejor.
Diego Vergelin, Agricultor Biológico- dinámico
Extraido
de “Temas de interes desde un punto de vista antroposófico”, web Casa Steiner.